Valientes y valiosos

16.3.10

Los numerati

No sé si sabes que estás siendo vigilado. Quizá no en tiempo real, aquí y en este momento - aunque ,  quizá, también sea así. No es que que tenga ganas de alarmar gratuitamente; pero de un tiempo a esta parte hemos dejado de ser un dato, para convertirnos en  generadores de datos. Tu compañía telefónica puede ubicar dónde te encuentras en el momento en que realizas una llamada, tu tarjeta de crédito le chismorrea a quien pueda interesar tus gustos y adquisiciones, la televisión por cable de pago informa de tus selecciones... las cámaras de seguridad te graban, en las cercanías de los bancos y de las tiendas...
Por no hablar de tus andanzas por internet; en un sólo mes, Yahoo reúne ciento diez mil millones de datos sobre sus clientes, según un estudio realizado en 2008 por la compañía comScore. Cada persona que visita las páginas de la red de anunciantes de Yahoo, deja un promedio de 2520 huellas. 
Todos tus clicks son ya material registrado por docenas de editores, anunciantes en línea y directores de márketing de todo el mundo. Afortunadamente, de momento no es fácil cruzar todos los datos, y tanta transparencia requeriría mucho trabajo.



Existen unas personas que se dedican a interpretar los datos que generamos; ellos intentan reconstruirnos a partir de las huellas aisladas de las que disponen. Los magos de los datos ya trabajan en biología, medicina, publicidad, deportes, política... Nos cuantifican a fin de determinar nuestras vidas. Son los numerati.

Los numerati trabajan con nuestro rastro, orientados hacia el markéting, la política, la blogsfera o el trabajo.

Por ejemplo; existen ya microchips que pueden ser utilizados en un producto, un carro de supermercado o una tarjeta de fidelidad. Cada microchip lleva un número único que identifica al artículo o al consumidor. Sólo que, a diferencia del código de barras, que debe pasarse por un escáner, el microchip pued leerse mediante un lector automático instalado en la zona. De utilizarse en la vida habitual, sería formidable desde el punto de vista logístico; llega el camión de carga, y en vez de apilar el contenido y escanear cada código de barras, todos los chips transmiten los datos al mismo tiempo radioseñales. En una fracción de segundo ya estaría registrada la carga por completo.

Esos mismos microchips pueden rastrearnos en tiendas y lugares donde se celebren convenciones o ferias. Hay una compañía norteamericana que instala receptores en las casetas y coloca radioetiquetas a los identificadores que las personas llevan en las ferias comerciales. Si una empresa quiere saber quién visitó sus casetas, se les puede proporcionar nombres, las empresas a las que pertenecen y el tiempo que se pasaron por sus casetas.

En la blogsfera es parecido; un bloguero puede llevar la cuenta de sus visitantes, de donde vinieron, por donde se fueron, cuantas veces revisitaron una entrada específica, cuánto tiempo estuvieron curioseando. Hay una empresa, llamada Umbria Communications, que se ha fundado para recoger los millones de palabras que se escriben en los blogs cada hora, con el propósito de saber qué pensamos, tú, yo, y todos los demás usuarios. En especial, le interesa saber qué deseamos.

Reúnen información en teselas de mosaico ; es laborioso y muchas veces conduce a error, pero es lo único que tienen las empresas de marketing sin tener que dirigirse directamente al consumidor. Lo primero es saber un poco sobre el autor de cada blog. Muchos obviamos información en nuestro perfil. Umbria intenta saber si eres hombre, mujer, adolescente...  El ordenador de Umbria es capaz de identificar infinidad de artículos por sexo y generación. La empresa ordena a los autores por esas categorías.
El siguiente paso es deducir sobre qué escribe cada grupo de autores. En una o dos décadas, los lectores automáticos como el de Umbria probablemente ahondarán en el contenido de los posts, y podrán analizar el ánimo, los ingresos y el nivel educativo de un autor, entre otras cosas.

De momento, Umbria está orientada a algo mucho más simple; quiere saber qué opinan los autores sobre servicios o productos, como un teléfono recién lanzado al mercado o el centro de atención telefónica de un banco. La única conclusión a la que llega el ordenador es si la opinión del bloguero es favorable o desfavorable.

Para los expertos, lo que da valor a los blogs no es su precisión sino su disponibilidad inmediata de información sin filtrar. Las opiniones cambian de día en día, a veces de hora en hora. Supón que uno de los clientes de Umbria lanza un nuevo desodorante, e invierte cuatro millones de dólares en promoción televisiva durante la siguiente semana. ¿Cómo pueden evaluar los analistas si la publicidad llega al público objetivo? La mayoría no salimos corriendo a comprar desodorante, por convincente que sea el anuncio, y si lo compramos, incluso podríamos guardarlo durante uno o dos meses. Por eso, las ventas no ofrecerían una retroalimentación inmediata. Las páginas webs tradicionales, como las que revisan Google y otros buscadores, son igual de estáticas que una biblioteca; clasifican la búsqueda por relevancia, no por conveniencia. Podría suceder que la página web más relevante sea el propio boletín de la empresa. Para saber qué pensamos, el fabricante va más allá y se lanza a internet en pos de lo que dicen los blogueros y las redes sociales sobre el producto.

Ahora el lector escéptico pensará: " Mhm...¿De verdad hay gente que bloguea sobre desodorantes? ". El autor del libro Numerati, buscó "desodorante" en Technorati (un buscador de blogs). Y sí , encontró un artículo de Jeff, un músico itinerante convertido en esposo/papá, de cuarenta y seis años de edad y residente en St Cloud, Minnesota. Da un repaso a su baño opinando sobre cualquier cosa; hilo dental, elixir bucal, nos enteramos que dejó de usar colonia después de casarse porque ya no necesitaba "echar el anzuelo" y sí, critica el desodorante; "Si alguno de ustedes tiene hijos adolescentes, espero por su bien que no descubran Axe, o cualquier otro spray para el cuerpo. Mi esposa y yo tuvimos que intervenir para hacerles ver a nuestros hijos que no hace falta echarse un frasco entero cuando la mitad da resultados igual de buenos.".

El equipo de Umbria ha empezado a dividir a los blogueros en grupos o tribus; Tragones de Doritos, entusiastas del Mini Cooper, motociclistas pro Obama... Una vez etiquetados los blogueros,  Umbria busca correlaciones entre tribus  y productos. Gracias al análisis de blogs, se han enterado que la tribu de Gatorade incluye no sólo a atletas y fanáticos de la salud, sino a grandes bebedores universitarios. Muchos lo mezclan con alcohol porque creen que los electrolitos reducirán la resaca.

Quizá se abre una nueva vía de negociaciones para la empresa y además de colaborar con Nike o Puma, pueden asociarse quizá con Bacardi o Absolut.

Desde los ataques terroristas del 2001, los agentes de inteligencia de EEUU tuvieron acceso a inmensos flujos de información intercambiada por teléfono e internet; actualmente, la Agencia de Seguridad Nacional, los analiza hora a hora.

Hasta ahora, nuestros mensajes estaban fuera del alcance de los matemáticos, porque eran demasiado efímeros para ser analizados. Las frases que decíamos viajaban por el aire o por sus hilos de cobre a toda velocidad, hasta alcanzar a sus destinatarios, que podían olvidar con igual rapidez nuestras palabras; nuestros textos se enmohecían en papel, sólo unos pocos sobrevivían en sobres y cuadernos.

Ahora todo ha cambiado; nuestras consultas a internet revelan detalles de lo que nos interesa; pero esas búsquedas aún son muy elementales. Apuntan en cierta dirección y no proporcionan mucha información de la persona que las realiza. Umbria y otras compañías trabajan para extraer nuevas ideas mercadotécnicas de esos movimientos en línea.

Si tu no escribes en un blog, puedes pensar que Umbria hace indagaciones sobre otros y no sobre tí; pero te equivocas. Sólo acaban de empezar; en cuanto esta nueva generación de máquinas de lectura y aprendizaje automáticos domine el mundo de los blogs, abarcará todos nuestros movimientos, incluidas las búsquedas.

De hecho, ya está ocurriendo; compañías antispam como Postini - división de Google desde mediados de 2007 - criban millones de mensajes de correo electrónico de otras empresas. Buscan algún indicio de que los empleados están filtrando secretos corporativos o negociando con información confidencial; otras empresas revisan los discos duros de sus ordenadores, y analizan los mensajes  de los empleados para cerciorarse de que no los usan para fines personales.

Estamos expuestos y los numerati avanzan. Avisados quedáis.

Para incrementar vuestro desasosiego,
os recomiendo leer Los Numerati, de Stephen Baker,
y El Viajero, de Twelve Hawkes.


6 comentarios:

Juan Carlos dijo...

Siempre pasa con tecnologías nuevas, que valen para lo bueno y para lo malo. Por eso es mejor escribir cartas que sms (además son más personales), charlar cara a cara en vez de usar los mesenlleres de turno, navegar por el mar (o por un lago) en vez de por internet... Por lo menos para despejarse un poco.
Salu2

mariajesusparadela dijo...

Desde el día que me compré u GPS para caminar y, según lo encendí descubrí que sobre la zona en la que me encontraba había catorce (14) CATORCE satélites, empecé a plantearme si no me ven a cualquier hora, en cualquier lugar y de cualquier manera...y me alegro de no ser importante.

AdP dijo...

Utilizan algo tan sencillo como la minería de datos, entre otras técnicas. Buen post.

Saludos.

FBM dijo...

Mi opinión es que xtnvsonvsuy hfe,on iyugnpin ugtyñ (te la pongo en clave para que Umbría no la entienda)

Darko Wiggin dijo...

Nuestra libertad y nuesra seguridad serán la excusa para que nos venadmos poco a poco al mejor postor...

PD: reardsh
vigila detrás de ti

Mr Blogger dijo...

Está en boga. Las empreasas que se lo pueden permitir pagan para conseguir "inteligencia del negocio" o bussiness inteligence. No es más que hacer estadísticas a lo bestia a partir de muchísimos datos para buscar patrones e indicadores que analizar para encontrar tendencias de mercado y explotar nuevas oportunidades. Normalmente son cosas como: los varones de 40 años que compran cerveza también compran barquillos rellenos de crema: hagamos una campaña de marketing para vender barquillos/cerveza a este perfil o coloquemos ambos productos cerca para facilitar que cuando el tipo pase por ahí los coja los dos. Generalmente no se usa esa información de manera pormenorizada, normalmente es tal el volumen de datos que se agrupan para poder analizarlos. Esto lleva como 10 o 15 años desarrollándose y aplicándose, así que el alarmismo creo que sobra ya.