Valientes y valiosos

12.9.12

Heart connection



Hace ya bastante tiempo, nos quedamos una tarde sentados en un banco escuchando música, el ipod, tú y yo. El paso del trueno, El sueño de Morfeo, Revólver y el Lolo se combinaron con Muse, Audioslave, Foo Fighters y Love of Lesbian.

Estábamos ubicados en un rincón tranquilo, y lo recuerdo como un momento único y bonito. La luz del atardecer iluminando nuestra expectación, sumidos en las ganas de conocer al otro. Apenas hablamos, tan sólo compartíamos nuestras canciones favoritas. Entre nosotros se creó una conexión exclusiva que nos desensamblaba del resto del mundo, y nos vinculaba en una comprensión muy particular ; una canción puede expresar mucho más que largas conversaciones, si el corazón presta oído.

Prendió en nosotros una chispa que no ha dejado de arder, una fascinación por el otro que, al menos en mi caso, no ha expirado, porque siempre hay algo más que conocer, siempre nos sorprendemos, a pesar de todos estos años. Y que seamos tan diferentes, no deja de ser una ventaja.

No hemos vuelto a repetir una tarde como aquella, en la que sin apenas conversar nos aprendimos el uno al otro.

Hoy, me gusta pensar que nuestra casa será un espacio donde podremos aunar nuestras diferencias para hacernos más fuertes frente al mundo, un lugar donde habrá una azotea para divisar aviones plateados y pasar domingos astrománticos, un sitio en el que al paso del trueno abramos la caja de pandora para descubrir melodías inaudibles

6 comentarios:

Juan Carlos dijo...

¡Así sea! ¿qué más se puede desear a quién pide tanto?
Salu2

Atlántida dijo...

uys qué bonito, así que te vas a compartir tu día a día, pues te deseo lo mejor en esta nueva aventura.

mariajesusparadela dijo...

Amén.
Os deseo audiciones inauditas, creadas por y para vosotros mismos, desde dentro.

Sergio DS dijo...

En lo material cualquier parecido con la realidad probablemente será una mera coincidencia, en todo lo que no es físico es probable que perdure si se sabe cuidar.

Sese dijo...

Quñe bonito, prefisamente hoy desayunaba admirando a dos ancianos que en la mesa del bar leían el periódico ante un café con leche y apenas comentaban alguna noticia, pero en esa paz, en ese silencio, en esa aparente apatía se respiraba la felicidad que sentían.

Uy,, qué cursi ha quedado, pero ha sido así.

Besos

S. dijo...

Al final no será así,el se arrascará los lolos en el sofá mientras tú sueñas con que ya no sueñas.
No me digas que vuelvo pesimista jajjajajaja un bezaso guapa
Ya sabes que es viernesssss yujuuu