Valientes y valiosos

17.7.09

Si las prefieres vivas

La violencia contra las mujeres es probablemente la violación de los derechos humanos más habitual y que afecta a un mayor número de personas. Está presente en todas las sociedades del mundo, sea cual sea su sistema político o económico. No sabe de culturas, clases sociales ni etnias.

Tiene una raíz única: la discriminación universal que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo.

Una de cada tres mujeres en el planeta ha sufrido abusos en algún momento de su vida a manos de agentes del Estado, miembros de su propia familia o conocidos.
La violencia en la familia es la primera causa de muerte y de minusvalía para muchas féminas, por encima del cáncer y los accidentes de tráfico. Si habéis leído el best seller "Los hombres que no amaban a las mujeres " de Stieg Larsson, habréis visto que en Suecia, tan civilizados ellos, el 46% de las mujeres han sufrido violencia por parte de algún hombre. Tened en cuenta que estas cifras son sólo la punta del iceberg. La violencia contra las mujeres está poco documentada porque muchas mujeres tienen miedo a denunciar y desconfían de la protección que las autoridades puedan ofrecerles. (También documentado en el mismo libro de Stieg Larsson antes mencionado, en Suecia el 92% de las mujeres que han sufrido abusos sexuales no lo ha denunciado a la policía).


Quiero compartir con vosotros el testimonio de una de las víctimas de la violencia doméstica.

Su nombre es Ascensión Anguita y su historia, la de una mujer que, nueve años después de sobrevivir al intento de asesinato por parte de su ex marido, sigue luchando por obtener ayuda y protección para ella y todas las mujeres y niñas en su situación.

En noviembre de 2000, tras varios años de amenazas, el entonces marido de Ascensión la agredió brutalmente en la puerta de su casa. La atropelló, le rompió las dos piernas, y después armado con un cuchillo, la apuñaló repetidas veces.

Ella sobrevivió gracias a la intervención de otras personas. Él fue condenado a 15 años de prisión y a pagar una indemnización por las lesiones, las secuelas y el daño moral.

A día de hoy, Ascensión no ha cobrado ni un céntimo de la indemnización. Ella recibe una pensión por incapacidad de unos 400E, con la que debe mantener a sus dos hijas, y todas viven con miedo las salidas de prisión con permiso del agresor. Cosa que sucede seis días todos los meses, en los que vive escondida sufriendo absoluta indefensión.

Si quieres ver su testimonio y tener más información,
pulsa aquí.

Como Ascensión, desafortunadamente hay muchas más mujeres en España en la misma tesitura. Si crees que ellas deben vivir en un mundo libre de violencia, puedes firmar una petición que Amnistía Internacional hará llegar a la Vicepresidenta primera del Gobierno (Fernández de la Vega) y a la Ministra de Igualdad (Bibiana Aído) a fin de que se impulse un plan de acción estatal que garantice la protección frente a todo tipo de agresiones y abusos de género, se promueva una legislación que garantice la reparación a las víctimas de cualquier manifestación de violencia contra las mujeres, como a otras víctimas de violaciones de derechos humanos, y se maximicen los recursos tanto económicos como políticos y legislativos hasta conseguir la erradicación de la violencia hacia las mujeres y las niñas.
Si las prefieres vivas,

Firma aquí


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7 comentarios:

S. dijo...

Es terrible todo esto.
Ahora bien,voy a dar un punto de vista,hay mujeres que se lo inventan,le da pisos,trabajos,a sus exmaridos lo meten en la cárcel y se aprovechan de las situaciones.
Pero claro,esto no justifica que hay mujeres que lo pasan mal,como vivir en un infierno,y aunque haya leyes que las protejan,realmente las que denuncian son muy pocas.
Como siempre,como toda ley,habrá personas que se aprovechen de la situación.

Un besazo señorita pitu,feliz finde semana(no bebas muchos libros borrachina)

Yandros dijo...

Suscribo el comentario de S. y para que no se le entienda mal explico:
Aquellas mujeres que se aprovechan de la situación y acusan falsamente a alguien para aprovecharse de la situación hacen el mismo daño que el agresor porque ponen en tela de juicio el testimonio de otra persona que lo pueda estar pasando mal.
Yo apoyo el hecho de que las víctimas de malos tratos estén más protegidas cuando han sufrido malos tratos
Pero apoyo más aún que nunca se produzcan esos malos tratos, para lo cual es necesario cortar el asunto en el origen; hay que perseguir con más vehemencia al maltratador, vigilancia continua si hace falta, hoy día con la tecnología existente se puede vigilar por GPS la posición de la persona.
Si, está el derecho a la intimidad pero que queréis que os diga, entre el derecho a la intimidad y el derecho a la vida...
Y ya puestos un sistema que detecte cuando va a ejercer violencia y le de una descarga eléctrica jajajaja
Abrazos

Mr Blogger dijo...

No se puede reinsertar un tipo de estos que toda su vida ha sido igual y que seguirá siéndolo cuando salga. Hay que hacer algo para que las mujeres no tengan que vivir con miedo cada vez que hay un permiso o cuando se le acabe la pena o cuando hay orden de alejamiento. No solo las mujeres, sino que también esta gente necesita ser tratada de algún modo para evitar que vuelvan a las andadas.

AdP dijo...

Veo mucha palabrería en los que realmente pueden hacer algo para arreglar la situación. Todos van a hacer muchas cosas cuando gobiernen, y al final, caca de la vaca. De todos modos, me parece erróneo el punto de vista de abordar el problema. Todos los esfuerzos se centran en dar una respuesta una vez que se ha producido la agresión, estando siempre presente la sed de venganza. Hasta que no se enfoque el asunto de forma que se busque la forma de evitar estas agresiones en vez de buscar la manera de alejar al agresor de la víctima y paliar los daños producidos no habrá avances; ninguna medida tomada en este sentido, ni siquiera la pena de muerte, serviría para disuadir a muchos agresores.

En otro orden de cosas, y siendo consciente de que se da en un pequeño porcentaje de casos, algo habría que hacer con las mujeres que inventan agresiones por los beneficios sociales y económicos que adquirirán después, o simplemente por odio a su pareja. Ésto les funciona porque si se denuncia a un hombre por malos tratos se da por hecho que se han producido y todo gira en torno a la defensa de los derechos de la pobrecita señora. Les basta con señalar con el dedo, no hacen falta pruebas para que se acose a un varón y caiga sobre él todo el peso de la justicia.

Besos.

cristal00k dijo...

Querida Darthpitufina, después de escribir un comentario de una extensión tal, que los cimientos de blogguer aún están temblando, he decidido borrarlo y dejarte uno mucho más breve.

No quiero que se te llene el blogg de "Santos varones" indignados y también de alguna fémina que de todo hay en la viña del Señorrr.

Pues eso, que suscribo tu artículo al 100% y que gracias por estar ahí atenta a estas cuestiones.
Un abrazo querida.

AdP dijo...

cristal00k, no entiendo eso de los "Santos varones" indignados. ¿Te refieres a que hay que asumir como un hecho normal que algunas mujeres aprovechen cómo está el patio para, fingiendo falsas agresiones, aprovechar la sensibilización de la sociedad hacia este tema?

Saludos.

S. dijo...

santos varones?adp y Yandros santos?jajajja