La abuela tenía algo de pitonisa , no se la podía engañar nunca . Sólo con mirarme , sabía si me había lavado o no las manos, si me apetecía o no irme de excursión , o si le había mentido . . . Solía echarme un cable cuando el resto de los mayores me decían que estaba imposible , y nunca me dejó en evidencia , al contrario que mis hermanos o mis propios padres .
Todos los veranos me iba con ella quince días a la casa del pueblo . Una quincena de felicidad, de mañanas en la piscina , tardes con la bici , sin más responsabilidad que jugar a indios y vaqueros . . .
Desde los nueve o diez años, Víctor y yo nos quedábamos charlando por la noche, cada uno enfrentado desde su balcón . Él era un año mayor que yo. Decíamos tonterías , mirábamos las estrellas , contábamos chistes , hasta que indefectiblemente algún adulto nos reclamaba al interior de la casa , y nos teníamos que despedir .
Al cabo de unos pocos veranos , Víctor dejó de salir al balcón . Infaliblemente , se quedaba en un grupito en el que había un par de chicas mayores de diecisiete años . Y yo me quedaba en el balcón como una tonta , para después apresurarme hasta a mi cuarto , a indigestarme de rabia.
Una noche, la abuela me detuvo en el pasillo .
- Qué , ¿te gusta Víctor? - me preguntó a bocajarro.
Yo le dije que no , pero las dos sabíamos que sí . También sabía cual era mi problema , aunque no se lo había contado.
- No te preocupes , ahora le gustan más mayores , es natural , pero dale un par de años y ya verás como te prefiere a tí.
No podía esperar dos años , ni siquiera en mis esperanzas más desquiciadas . Cuando se tienen trece años , el tiempo pasa a la velocidad de los siglos , y " un par de años " de una vida es demasiado para esperar pacientemente .
Hoy en día me pasa igual ; no soy capaz de esperar ni tan siquiera " un par de meses ", especialmente cuando aguardo la felicidad absoluta .
Hoy en día me pasa igual ; no soy capaz de esperar ni tan siquiera " un par de meses ", especialmente cuando aguardo la felicidad absoluta .
4 comentarios:
Einstein era un gran sabio: demostró que el tiempo y el espacio son relativos. Tu historia lo demuestra, ¡qué lento pasa el tiempo cuando se espera y qué rápido cuando se tiene lo que se quiere!
Salu2
Dicen que de joven un minuto es una eternidad y que de mayor una eternidad pasa en un minuto.
Felicidades por seguir siendo joven, ya verás como la felicidad ques esperas acaba llegando
Pues sí: en lo malo es lento; en lo bueno endiabladamente veloz...
Pero, yo, abuela, también te digo: ten paciencia, todo llega, si tiene que llegar.
Cuando se tienen trece años , el tiempo pasa a la velocidad de los siglos , y " un par de años " de una vida es demasiado para esperar pacientemente .
Que dos nexos tan reales!
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