Desterrada del reino de los bares nocturnos, con sus ojos emborronados de luna y la sonrisa maliciosa trazada con tiza de fresa, me miró de frente, sólo dijo dos palabras:
- Es tarde
y se esfumó antes de que pudiera despedirme, bajando rauda las escalerillas del metro.
Un beso se extinguió en el aire como una estrella moribunda.
4 comentarios:
Oye como me ha gustado lo de tiza de fresa, me lo apunto para titular algo.....
Yo quiero ese beso
Viernesssssssssssssssssss
¡Que feo cuando te dejan a mediassss!
La escena de la entrada es muy, pero muy real. Sucede, y mucho... ¡pero es horrible que paseee! ajaja
Besote.
Uy que pena...a dónde se escapó el beso?
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