Ahora es como si mi vida estuviera dividida entre dos cielos, el famoso azul de Madrid y otro tormentoso e incoloro. Me parece que me he quedado a vivir en el peor, pero las hipótesis condicionales siempre sacarán medalla de oro si compiten contra la deslucida rutina del día a día. Nunca preveemos que nos vaya a ir mal, no a nosotros.
No hay combate que no ganemos en nuestros autopresagios, no presentimos que pueda haber peleas por un objeto cualquiera cambiado de lugar en casa, no sospechamos que se puedan generar disputas por un bote de champú vacío en la ducha. A veces desearía que el torbellino del cielo del pasado viniera de vuelta aunque fueran diez minutos, tan sólo para sentirme igual de lúcida, y joven como antes. Una vida repleta de opciones.
El pasado, con sus embellecidas puertas ya cerradas a nuestras espaldas, centellea un instante para que la nostalgia nos haga creer que rechazamos o perdimos la oportunidad de ser felices; retortijones de infinitas posibilidades encerradas para siempre en el arcón del pasado, que siempre son más atractivas que la definida realidad con las que la comparamos.
Pero la verdad es que tienes lo que has escogido,
y elegiste aquello que te pareció mejor.
y elegiste aquello que te pareció mejor.
3 comentarios:
Pero, si la elección es mala, siempe se puede cambiar.
(La convivencia es, a veces, insoportable, pero hay por ahí una historia de erizos en la edad del hielo, que te puede ayudar)
Comprendo esos sentimientos perfectamente.
"Pero la verdad es que tienes lo que has escogido, y elegiste aquello que te pareció mejor."
Ni más, ni menos...
PD: dereamm?
I dream, you dreamm, they dereamm
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