Esta noche de luna siniestra, la luz se fue, así que el despertador (electrónico) no sonó.
El café se sublevó y desbordó la mesa.
El abono transportes se desmagnetizó, y al cambiarlo por otro nuevo, perdí el tren que me lleva al trabajo. Pero llegué a tiempo.
El abono transportes se desmagnetizó, y al cambiarlo por otro nuevo, perdí el tren que me lleva al trabajo. Pero llegué a tiempo.
A tiempo para que un caso complicado me enmarañara la mañana... y saliera tarde de la oficina.
A la salida, en el autobús de vuelta a casa, me falló la cobertura mientras recibía una noticia importante, lo cual estropeó el clímax de las felicitaciones y dejó que las pequeñeces de la vida real se inmiscuyeran en la escena que ya no será perfecta.
Esta tarde he decidido ser ermitaña y no contagiar a nadie éstas pequeñas pero molestas maldiciones.
Hay días que te levantas con el corazón poco generoso, en lo que piensas que el mundo tiene lo que se merece, y que hagas lo que hagas, no servirá, porque siempre vendrá un gilipollas que destrozará todo lo que has construido con todo el tesón y tiempo que has podido arañarle a los asuntos propios. Días en los que el alma es un reguero de cristales triturados, sin opción a reciclaje siquiera, porque sus fragmentos no son de vidrio retornable.
Y de repente llega alguien con un regalo porque tú eres tú y hoy es hoy, y te das cuenta que aunque es lunes, mañana libras; te preparas un café superior al que los kleenex han degustado esta mañana mientras hacías dique para que el motín cafetero no manchara el suelo, recibes el libro que estabas esperando y por fin puedes hablar tranquilamente con la persona a la que quieres.
Y decides que ya está bien de gimotear.
Y decides que ya está bien de gimotear.
Mañana será otro día.
5 comentarios:
Al final la vida es una suma de cosas, muchas buenas y muchas malas. A veces parece que vienen todas las malas juntas, a veces no le damos la importancia que tienen las buenas que nos pasan. A veces es necesario que te pasen cosas malas para que luego el contraste haga que las buenas luzcan con una luz más brillante de lo acostumbrado y te saquen de las tinieblas en las que tu mismo te metes.
Esos detalles que no esperas aunque esperas qué a gusto te dejan ¿verdad?
Salu2
La vida es un compendio de todo y de todo se debe aprender y hay que sacarle el maximo jugo a las cosas de la vida...un abrazo...
Ayyy, si es que hay dias que Sí que merece la pena salir de la cama...
Hay días así, pero, ya ves, acaban arreglándose .
¿Y el gato?¿se ha ido?
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