- El FBI cierra Megaupload por piratería, pero nadie cierra el vaticano, que esta lleno de pedófilos,
- Lloremos por los artistas que solo pueden tener una vida de semi-lujo,
- Te bajaría la Luna pero... el FBI cerró Megaupload.
Yo, que aunque poseo pulgares oponibles no pertenezco a la generación twittera que utiliza ambos para teclear en la blackberry o en el galaxy, me quedo con el artículo que publicaron en El Jueves (versión digital, eso sí).
Kim Schmitz , El Gordo de Megaupload , es malo. El Gordo de Megaupload es MUY MALO.
Ha estafado en la bolsa, colecciona coches de lujo y vive en una mansión
de supervillano en Nueva Zelanda. En esa fortaleza mata las horas
sentado en un sillón giratorio, acariciando un gato sin pelo y esperando
a que llegue la policía para explicarles sus planes malvados y,
entonces, activar una trampa que los aniquilará mientras él se jacta con
una atronadora risa en reverb.
¿Tienes miedo? ¿No? Pues
deberías. Porque el Gordo de Megaupload es un gordo cabrón. Cuando sus
sicarios detectan alguna cancioncilla peligrosamente mantecosa, corren
raudos a colgarla en Megaupload (que en inglés significa Fortaleza del
Mal Malísimo Malvado, o eso me dijeron en la ESO) para que todo el mundo
se contamine. Sin Megaupload, Michel Teló, autor de Ai se eu te pego,
continuaría recibiendo botellazos en los bares cutres de su Portugal
natal. Por malo. Por cursi. Porque su música representa todo lo malo del
mundo.
Pero afortunadamente, los chicos del FBI ya han detenido
al gordo y han cerrado Megaupload. Hombres decentes, patriotas de
mandíbulas recias y sienes plateadas, talibanes de la libertad y padres
de familia que pagan religiosamente sus impuestos. El sargento John
MacBadass y el detective George Motherfucker. ¡Gracias, chicos! ¡Dadle
su merecido al gordo mientras nosotros engullimos palomitas!
Estos
días algunos medios de comunicación han dedicado páginas y páginas a
los crímenes y excentricidades del Gordo de Megaupload. Como sugiriendo
que algo raro hay en Megaupload si su mandamás tiene las manos tan
sucias. ¿Pero qué tienen que ver las modelos húngaras y los coches
deportivos del gordo con la discusión sobre Internet y la propiedad
intelectual? Absolutamente nada. Solo son efectos especiales para
distraer al espectador.
Sería más positivo cuestionar el lucro que
conseguía Megaupload pasándose por el forro la propiedad intelectual.
¿Por qué no puede ganar dinero el creador pero sí el que cuelga en
Internet sus obras? O también podríamos hablar de los millones de
usuarios que usaban Megaupload para trabajar. Los mismos usuarios que
han visto como el FBI les requisaban documentos que no infringían ningún
tipo de ley. ¿Por qué la policía de EEUU golpea una empresa extranjera
cuya legalidad solo está en entredicho, pero no hace nada contra
empresas yanquis como Nike o Apple que tienen fábricas en países en vías
de desarrollo que parecen más bien campos de concentración? Quizás
porqué el iCloud, el genuine american service que quiere
hacerle la competencia a Megaupload, acaba de salir al mercado. Y ya
sabéis que, cuando se trata de dinero, EEUU confunde la realidad con la
ficción. Si es americano, es bueno. Si es extranjero, forma parte del
Eje del Mal.
Yo, por si acaso, empezaré a llamar al Gordo de
Megaupload por el apodo de el Fuertecito de Megaupload. A ver si incluso
eso no va a ser del todo cierto…
Joan Lerroux,
El Jueves (
23 de enero de 2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario