Valientes y valiosos

5.4.11

La fe en el átomo


- Tal vez me empeñe en creer que hay algo fuera del simulacro. No lo sé. Pero es emocionante pensarlo, como averiguar que todo se compone de quarks y electrones. Me parece emocionante porque todo lo que aprendemos sobre las unidades elementales  (lenguaje, átomos, lo que sea) resulta absurdo. (...)
Siempre hay un nivel que no conocemos. Los científicos lo explican con los quarks y los electrones, y con las diferentes variaciones de ellos que aparecen en los rayos cósmicos, etc, pero no saben si es eso, si han encontrado la materia indivisible, lo que los griegos llamaban atomos. Tal vez incluso exista la división infinita. Y aún tenemos esas grandes preguntas que nadie sabe responder : ¿Qué había antes del principio y qué ocurrirá después del final?. La existencia de esas grandes preguntas es emocionante. En realidad, nadie sabe nada importante y queda mucho por descubrir.

- Entonces, volvemos a la religión.

- Creí que habías dicho que la religión formaba parte de la ilusión. Al fin y al cabo se compone de lenguaje, como todo lo demás...
- Y la fe - dice Adam - ¿De qué está hecha la fe? (...) No se puede basar nada en la fe. Nada basado en la fe es cierto.

- ¿Tú crees? Se podría decir que todos tenemos fe. Por ejemplo, tenemos fe en el lenguaje.

- Pero la fe no siempre cumple, ¿verdad? No siempre regresamos a lo que queremos. (...)

- ¿En qué criterios nos basamos para decir que esto acaba aquí y allí empieza otra cosa? ¿Qué significa exactamente ser? A menos que descendamos al nivel atómico, no hay espacio entre las cosas. Incluso el espacio vacío está lleno de partículas. Pero si observamos los átomos detenidamente, nos damos cuenta de que no hay nada salvo espacio. Seguramente has oído esa analogía que dice que un átomo es como un gimnasio con una pelota de tenis en el medio. Nada está conectado a nada. Pero creamos conexiones entre las cosas con el lenguaje. Y utilizamos esas clasificaciones y los espacios entre ellas para crear una cultura como ésta, en la que ambos comprendemos que estaría mal que nos acostásemos juntos en un convento en el que me han acogido como invitada. (...)

- ¿Por qué estaría mal?

- Lo sabes muy bien. Todos se ofenderían si lo supieran.

- ¿Y no sería culpa suya por no comprender los átomos?

- ¿Tú crees?. No es eso lo que dice la cultura. Imagínate que utilizas eso como defensa de un asesinato. "Señor juez, en realidad no la apuñalé porque los átomos del cuchillo nunca tocaron los átomos de su cuerpo".

El fin de Mr Y,
Scarlett Thomas

3 comentarios:

ariamsita dijo...

Buscamos en la fe aquello que no comprendemos, por miedo a la verdad...
Un beso!

S. dijo...

Ja!ese es un gran argumento

Loren dijo...

Me ha gustado mucho tu punto de vista y el cambio que veo en tu Blog.
"Señor juez, en realidad no la apuñalé porque los átomos del cuchillo nunca tocaron los átomos de su cuerpo", mas claro imposible.

Besazos¡¡¡