Yo me obligaba a planear una despedida deslumbrante, algo que él no pudiera olvidar, que me instalara para siempre en su memoria, y buscaba por todas partes un hilo capaz de coserle a mi sombra, un gesto grandioso, una señal conmovedora, una fianza, un tesoro, una estrella, pero por más que me exprimí la cabeza mientras estaba a su lado, tendida junto a él, disfrutando de aquellos breves silencios densos y profundos como horas, no había conseguido diseñar aún un plan concreto...
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