Concebí un plan. Convencería a mi hermano para que se fugara conmigo. Mi plan era ir a Dublín. Había conocido a unos muchachos irlandeses en el malecón y me habían hablado de su país. Conseguiría trabajo como cantante de reserva de U2, y Bono y el baterista, los dos, se enamorarían de mí. Y Óscar se convertiría en el James Joyce dominicano.
La maravillosa vida breve de Óscar Wao,
Junot Díaz
Junot Díaz
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