Valientes y valiosos

9.7.08

El Niño Gusano

Recuerdo que cuando les oí por primera vez, muy harta de la radiofórmula de los noventa, pensé:

"Esto era lo que estaba buscando".

Mi hermano mayor, que me lleva diez años, me pidió un cedé pensando, por el nombre del grupo, que escucharía algo facilongo y gracioso (verbigracia, Los Inhumanos) pero se encontró con música inefable, pegadiza, y unas letras translúcidas. Las melodías de El Niño Gusano eran crisálidas de sugestión, sueños hinchados y pop ligeramente experimental.
Total, que me lo devolvió enseguida... y yo me alegré de tenerles de vuelta para mí sola.

Pese al tiempo que ha pasado, sigo asociando su música con mi desarrollo personal, una etapa impregnada de Circo Luso, El Efecto Lupa, El escarabajo más grande de Europa (que es mi favorito) y Fantástico entre los pinos. Les llevaba en mi walkman, les escuchaba al llegar a casa, oyéndoles conseguía levantar cabeza si el ambiente del hospital me derrotaba , y cuando había algo para celebrar les elegía, eran el sonido de fondo antes de irme a dormir, o cuando quería escribir y no sabía encontrar imágenes. Ya lo he dicho muchas veces, mi existencia mantiene un lazo indisoluble con la música y los libros, sean evasión o invasión de emociones, y mi recorrido vital sufriría un grave silencio, un foso abrupto, si esquiváramos la banda sonora de El Niño Gusano.
Si hablo hoy de este grupo, no es por uno de mis sirocos de nostalgia repentinos, intensos pero poco constantes, sino porque me he enterado de que Sergio Algora, (líder de la banda) ha muerto al parecer por un problema del corazón.
Me llevaba siete años.
Duerme... ahora, feliz feliz.

La mujer portuguesa (Grabaciones en el Mar)



Ahora feliz, feliz (BMG)


Pon tu mente al sol (Grabaciones en el Mar)

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