Felices 30

Es el 30 aniversario de Amnistía Internacional. Un movimiento global integrado por personas, en su mayoría voluntarias, que trabajan para que se respeten los derechos humanos en todo el mundo.
La idea es que los derechos humanos son universales, interdependientes e indivisibles. Por eso, Amnistía Internacional, que durante décadas ha centrado su trabajo en los derechos civiles y políticos, desde hace años trabaja de igual manera por por los derechos económicos, sociales y culturales.
Objetivos:
* Cultivar el respeto mutuo y combatir la discriminación ya sea por motivos de género, orientación sexual, raza o creencias. Abogar por los derechos de mujeres y niñas, trabajando directamente contra la discriminación en todos los ámbitos y la violencia.
* Exigir justicia y combatir la impunidad tanto a escala nacional como internacional.
* Respetar y defender el derecho a la integridad física y mental de todas las personas, con estrategias para abolir la pena de muerte, o combatiendo los abusos contra los derechos humanos en el contexto de la “guerra contra el terror”.
* Defender los derechos de las personas en conflictos armados, especialmente menores y mujeres víctimas de violencia.
*Promover y proteger los derechos de las personas desarraigadas, en concreto, de migrantes, refugiados y desplazados internos.

Todo eso es muy bonito pero ¿se consigue algo?

• En los casos de presos políticos, Amnistía ha trabajado en 350 casos individuales, de los cuales 200 era presos de conciencia que fueron liberados. En todo el mundo, han trabajado con éxito en más de 50.000 casos de presos de conciencia.
  

• En 1965, Amnistía Internacional patrocina su primera resolución ante Naciones Unidas abogando por la suspensión y la abolición de la pena de muerte para los delitos políticos cometidos en tiempo de paz. En 1989 la ONU recoge la total abolición de la pena de muerte en tiempos de paz en el Segundo Protocolo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. La tendencia abolicionista continúa y en 2007, la Asamblea General de Naciones Unidas pidió la suspensión mundial de todas las ejecuciones, una decisión histórica apoyada por 104 Estados, entre ellos, España. En 1995 el gobierno español abolió la pena de muerte, y la presión realizada por Amnistía consiguió poner fin a la producción y exportación de instrumentos de tortura en España (2001).

• En 1972, Amnistía Internacional lanza la primera campaña mundial a favor de la erradicación de la tortura. Tres años después, la ONU adoptará por unanimidad una declaración contra la tortura, y en 1984 entrará en vigor la Convención contra la Tortura, ratificada por 144 países, entre ellos España. Me torturaron con descargas eléctricas, me arrancaron dientes y uñas, pero no se atrevieron a matarme… Sin Amnistía Internacional, hoy no estaría vivo”, declara Imran Exhibe, miembro de la Sociedad para la Amistad Ruso-Chechena, detenido más de 12 veces entre 2000 y 2005. La legitimación de esta práctica se ha convertido en una preocupación renaciente tras el 11-S, ante el anuncio de medidas que recortan seriamente las libertades individuales en Estados Unidos.
  
  
• La Sección española de Amnistía Internacional contribuyó al procesamiento del ex general Augusto Pinochet. Antes de su detención en Londres, la organización se volcó para defender la competencia de la Audiencia Nacional para juzgar delitos de genocidio, tortura y “terrorismo” en cualquier parte del mundo. Competencia que sería concedida en octubre de 2001 para el caso Pinochet. Y le seguirían casos como el de Ríos Montt en Guatemala, Cavallo y Scilingo y la Operación Cóndor en Argentina, el caso Atenco en México, Fujimori en Perú y el genocidio de Ruanda. Asimismo, Charles Taylor se enfrenta en 2007 al Tribunal Especial para Sierra Leona, donde se le está juzgando por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.

• Con 9 millones de firmas recogidas por internet, se consiguió la absolución de Safiya Yakubu Hussaini en 2002, y la de Amina Lawal en 2003, ambas condenadas a morir lapidadas en Nigeria.

• Será en 1991 cuando Amnistía Internacional considere presos de conciencia a las personas encarceladas por su orientación sexual. No sólo los estados los consideran “desechables”, la sociedad, la familia, los vecinos los agreden e incluso asesinan sin que se lleven a cabo investigaciones. Aunque existe una tendencia a reconocer los derechos de las lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero, Amnistía Internacional tiene que seguir denunciando las presiones que estos colectivos han tenido a lo largo de 2007 en países como Letonia, Rusia o Polonia, en muchos casos con la connivencia de los gobiernos. O más recientemente en Marruecos, donde en enero de 2008, seis hombres fueron condenados a penas de cárcel por “practicar la homosexualidad”. La organización también alerta de que en países como Afganistán, Arabia Saudí, Irán, Mauritania, Pakistán, Sudán, Yemen y algunos estados del norte de Nigeria, la homosexualidad se castiga con pena de muerte.
  

Seguro que no te parece mal, hasta aquí. Y sin embargo, durante estos 30 años, Amnistía Internacional ha sido criticada. Algunas recientes, son:

• “El informe de Amnistía Internacional sobre Guantánamo es absolutamente irresponsable”.
  General Richard Myers, Ejército de Estados Unidos, 2005. Ante el informe de la organización sobre la situación de los detenidos en la base estadounidense.
  

• “No más financiación para Amnistía Internacional (AI) después del giro proabortista dado por la organización”.
  Consejo Pontificio de Justicia y la Paz, 2007. Ante el nuevo posicionamiento de AI sobre derechos sexuales y reproductivos, que reconoce los derechos humanos de las mujeres a no sufrir temor, amenazas o coacción al abordar todas las consecuencias de la violación y de otros graves abusos contra los derechos humanos; y pide garantías para que las mujeres tengan acceso a servicios de salud cuando surgen complicaciones derivadas del aborto.
  
  
• “La organización [Amnistía Internacional] a menudo es irresponsable e imprecisa en sus informes, que no reflejan la verdad”.
  Qin Gang, Portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, 2007. Tras la presentación de un informe de AI sobre las violaciones de los derechos humanos de los trabajadores en China, en el contexto de los Juegos Olímpicos 2008.
  
  
• “Amnistía Internacional es la vergüenza de las ONG españolas (…) e inventa informes fantasiosos para conseguir proyección mediática y subvenciones”.
  Confederación Española de Policía, 2007. Por la denuncia de AI sobre la existencia de malos tratos policiales, a través del informe Sal en la herida.
  
  

Unos 30 años en los que se han hecho escuchar. Esperemos que sus proyectos se culminen con éxito y que estas personas que trabajan para otras personas un día no tengan nada por lo que luchar. Porque eso significará que habrán conseguido que los derechos de todos, sean respetados.