Valientes y valiosos

26.5.08

El tiempo nos marca las cartas

No entendía que es el tiempo quien hace la selección, y no yo.
Con tiempo, sólo recordarás a los que importan.

Las personas son haces de luz en la oscuridad
que conforman un camino, que configuran tu vida.

Recapitulando, mi recorrido de haz en haz ha sido amplio, he formado parte de muchos grupos sociales; no he sido nunca una niña solitaria; me gusta(ba) la gente, mi forma de ser agrada en general, jamás he sufrido marginación; en todo caso he sido yo quien se ha autodiferenciado, en épocas de independentista rabia ermitaña.
De pequeña coleccioné chispas de amistad en el cole, como todo el mundo, y además pude contar con otros amigos en la época de vacaciones, porque veraneaba en una urbanización de un pueblito junto a la montaña. Podía agregarse o restarse gente, pero el núcleo era siempre el mismo. Los que jugábamos a indios contra vaqueros, a la pinza o al escondite, fuimos los mismos que al crecer nos quedamos por las noches a charlar sobre lo humano y lo divino, y a hacer juegos malabares con las palabras, dándoles significados graciosetes. De hecho tengo el honor de conservar la amistad de la chica más ingeniosa y guapa del grupo, una amistad cuya luz no se ha extinguido ni a través del tiempo, ni del espacio (¡un beso hacia Villajoyosa!)

Como el tiempo se empeñó en transmutarme en adolescente, me puse a elegir un buen sitio, con la consiguiente búsqueda de luciérnagas. Busqué lo mío, porque las santitas niñas buenas me parecían demasiado ñoñas, pero mi educada rebeldía no me alcanzaba para ser una golfa problemática; finalmente, en el instituto, dí con un grupo mixto en el que encajé, e incluso me hice suficientemente popular. Después conocería a mucha más gente, viajé algo, trabajé en distintos sitios, colaboré en algunos otros, me moví por (muy) distintos niveles, estuve viviendo en otro país... He caminado lo mío, he visto todas las luces posibles, desde el farol al arco iris. Y yo consideraba que los seres con los que se ha pasado más tiempo son los que se enclavan en la memoria, los que se aseguran la nostalgia.

No es así.

Una vez, me encontré con unos chicos que no debería haber visto nunca. Mi destino no estaba ligado al suyo, ellos no estaban en mi mismo ambiente, no se movían por donde yo circulaba; y sin embargo, les conocí y les frecuenté durante un par de años. No fueron más que tres personas, que, lejos de acarrearme un trauma post-romántico, formularon frases o hicieron cosas imborrables, definieron mi identidad, y consiguieron mi afecto. Los tres se hicieron un huequecito en mi corazón, cada cual marcó su mella indeleble en un lugar oportuno, en un tiempo en el que fui feliz sabiendo que estaba con las personas incorrectas, en el momento más correcto que haya podido vivir. He dedicado mucho más interés y un gigantesco espacio temporal a otras personas, pero, al mirar atrás esas otras lucecitas no me importan, apenas sí las recuerdo, y en cambio sí añoro a estos tres faros inconformistas. Nunca hicimos nada especial, muchas tardes me aburrí tanto como una fan de Melendi viendo una peli de Godard, y pese a ello, son los hitos que moldearon mi senda.
No sé qué será de ellos ahora, ví hace un par de años que uno salió en una entrevista de El País, otro creo que andará por Milán y un tercero, elemental igualmente, debe seguir siendo del Betis.

Es curioso porque no lo entendía, no soy yo quien marca las personas que más importarán en mi vida, lo hace la casualidad...
... y el tiempo.

2 comentarios:

BettieMiau dijo...

Sinceramente es un texto preciosos, sin querer dar muchos datos sabes transmitir lo que hay dentro de un corazón nostálgico...¡¡sigue adelante!!

Mónica Hernández dijo...

Yo también recuerdo con mucho cariño y añoranza aquellos "maravillosos años" cuando nuestras vidas eran fáciles y sólo se tornaban tristes ante hechos efímeros. Fué una infancia maravillosa llena de frases célebres y momentos inolvidables. Eres genial, no cambies y recuerda siempre nuestra amistad. Te quiero mucho, como el mero al rodaballo. Un mega besazo desde Villajoyosa.