Valientes y valiosos

7.6.07

Matarile

Ayer, Mi Vi y yo cumplimos dos añitos y medio.

Sujeta aún a los vestigios psicológicos de un lúcido Frédéric Beigbeder, tras haber leído "El amor dura tres años" (Anagrama), le regalé ... un llavero.
...para las llaves de mi casa.

Cuando se hace algo así, pueden pasar dos cosas:


A) La persona a la que se le hace entrega no pidió, ni deseaba, las llaves de tus dominios.
Ello implica, por tanto, que de pronto se convirtió en el responsable de ese pasito (de) más que os dirige hacia horizontes difuminados...




Y empieza a plantearse la relación desde los cimientos hasta la altura que habéis construido, le entra el pánico, y finalmente, después de una época enrarecida, lo dejáis.


B) La persona objeto del obsequio se siente halagada, acoge el regalo con entusiasmo. Esto implica, por tanto, que de pronto tiene acceso a toda tu intimidad. Por lo que un buen día, puede pillarte en tu hogar con la mascarilla puesta:




O incluso, sin ella:



Y empieza a plantearse desde el inicio hasta este momento clave vuestra relación, le entra el pánico, y finalmente, después de una época enrarecida, ... lo dejáis.

No me extraña que el amor dure 3 años. Es el tiempo máximo en el que alguien confía lo suficiente en su pareja como para encargar un duplicado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues felicidades pero no pienses en cuando ese tercer año... nunca se sabe, vive al día Sonia y disfrutala que es muy efímera.

Un besote.

Anónimo dijo...

uy uix

Yo como mucho la del portal... Así no tengo que bajar a abrir cada vez
(no tengo portero automático)