Mitos y realidades cubanas

Hace unas semanas, en la Feria del Libro, disfruté como los niños jugando a los indios apaches. Me encanta curiosear entre las estanterías, fisgonear ideas desde las sinopsis, sopesar literatura abriendo una página al azar, y no sé cómo me las arreglo, pero siempre termino llevándome algo. Tenía idea de ir a por "Las cosas que no nos dijimos" de Marc Levy, porque me había dado uno de mis arrebatos nostálgicos y echaba de menos Berlín... El caso es que en mi complaciente búsqueda terminé en un stand atraída por algun título que captó mi atención inmediata.

El chico que estaba allí me habló de un libro tremendo, un testimonio que debería divulgarse lo máximo posible, para que la historia no volviera a repetirse, para que quedara constancia que las extremas derechas se tocan con las extremas izquierdas ... charlamos un poco, y antes de que me diera cuenta, ya estaba regateando el precio del volumen. El libro en sí era Descubriendo a Fidel Castro, y el chico que me lo vendió, César Leante González, el hijo de la autora.

En efecto es un libro tremendo, un alegato anticastrista con certificado de veracidad.
Tras leer el libro, me encontré una página web con mitos y realidades de la Cuba castrista, y sensibilizada con la temática como estaba, me la leí de cabo a rabo. Uno de los combates Mito vs Realidad me ha resultado especialmente llamativo:

Mito número 5:

Si los turistas norteamericanos visitan Cuba, podemos conseguir que llegue la democracia a la isla.

Realidades: • Durante las pasadas cuatro décadas millones de turistas latinoamericanos, europeos y canadienses han visitado la isla; sin embargo, Cuba es hoy más totalitaria y represiva que nunca. • Los turistas norteamericanos visitarán centros vacacionales aislados y gastarán dólares norteamericanos en hoteles y tiendas que son propiedad del gobierno, reforzando así las empresas del estado, teniendo al mismo tiempo muy poco impacto en la política o la sociedad cubana. • No existe evidencia empírica que el turismo, el comercio o la inversión hayan tenido nada que ver con el colapso del comunismo en Europa oriental. • Si creemos que el turismo puede cambiar a una sociedad, debemos comenzar un programa masivo para enviar turistas norteamericanos a Corea del Norte y a Irán.

El libro de Natividad González Freire no se centra en el turismo a Cuba, aunque también hay pinceladas, pero en su texto se habla justo de lo contrario, de lo difícil que le resultó el éxodo de Cuba desde que su esposo se exiliara en España. Incluso adjunta copias de todos los documentos de interés para ratificar lo que se narra, supongo que para que quede constancia que lo que escribe no es una novela, si no una realidad. Básicamente estuvo secuestrada en Cuba; mantener como rehenes a los familiares de los desertores parece un hábito vicioso del gobierno cubano.

Impacta la lucidez con la que se explican los mecanismos del régimen, pero sobre todo el valor humano que hace falta para escribir un testimonio así, y su entrega para descubrir el castrismo tal y como es (como la misma autora escribe al finalizar el libro, "desenmascararles resulta tarea ineludible".

-Despierten a esta verdad irrebatible. Ellos instrumentan y orientan la "justicia" según convenga a sus intereses, y han sido preparados para estrangular a los opositores al régimen, así como dotados de permiso para su desvalijo y liquidación. Sin la menor vergüenza imputarán de calumniosa una querella de ustedes contra ellos por complicarles aún más la partida. A ver si sacuden esa inútil desesperación , que sus métodos no son legales y ni pizca de escrúpulos queda en ellos para que no los arrastren a su ilegalidad.

Natividad González Freire
Descubriendo a Fidel Castro