Valientes y valiosos

2.6.09

Prejuicios multinacionales

Pasamos la primera entrevista laboral juntos. Ojos cristalinos, cabello rubicundo, piel blanquiazul. Inglés, pensé, y no me equivoqué, venía de un pueblecito de cerca de Londres. Chapurreaba español con un deje británico tremendo, así que yo procuré hablarle despacito para que me entendiera. Al día siguiente, en el ascensor íbamos el pequeño grupo que había conseguido superar la criba de selección impuesta por Recursos Humanos y cuando las puertas se cerraban, se subieron tres personas más.

-"Euramoss pocousss y perió la abuelaa" - soltó el de la pérfida Albión, con su acentazo.

Muerta de la risa, me di cuenta de que su nivel de español era mucho mejor de lo que su pronunciación insinuaba. No volví a hablarle con lentitud nunca más, ni falta que hizo.

El alemán, que vivía en España desde apenas cuatro meses, se burló de las quejas que exponía un compañero por la cantidad de trabajo que tenía nuestro departamento. El germano espetó: "Es que esto no es el Archivo del Museo Comarcal de Daimiel... aquí hay trabajo, es una empresa internacional, si no te gusta búscate otra cosa". Me hizo gracia que se cumpliera el cliché de la cuadratura del pensamiento alemán, pero también la pirueta creativa haciendo referencia a un museo... que existe en realidad.

El chico cubano ha ido dando tumbos por todo el mundo. Habla alemán, francés, inglés y un poco de italiano. Ha estado en París tantas veces que en las últimas vacaciones, de cinco días, decidió apuntarse a un gimnasio porque está aburrido de ver siempre lo mismo. La única persona que le sobrepasa en esnobismo es la chica peruana, quien ha conseguido la nacionalidad española tras seis años y medio de residencia aquí, trabajando de auxiliar administrativo hasta que le convaliden su ingeniería. Es más pija que Victoria Beckham, y sólo quería la nacionalidad para poder ir a New York sin que le pongan pegas administrativas. Aún así, es posible que le dediquen más atención al pasar la aduana; dice que son bastante escrupulosos a la hora de aceptar latinos.

- No offence: you look like a leprechaun-, me dijo una irlandesa algo bebida. Yo, piel blanca y pelo largo teñido de color caoba, no me distinguía entre las muchas irlandesas sino por el color de mis ojos, castaños. También se me podía diferenciar claramente en invierno, porque las españolas éramos las (únicas) que íbamos abrigadas, embaladas en largas bufandas y gorros de lana, encogidas bajo los espesos abrigos, mientras las irlandesitas podían caminar por la calle en pleno noviembre por la noche con un minivestido de tirantes espaghetti y sandalias, sin medias (la posibilidad de una caída diaria debido a la ingesta etílica es del 90%, las carreras en las medias no son atractivas... y la prenda en sí tiene un precio inversamente proporcional a su duración).

Los chicos españoles en Irlanda están de suerte. Por muy normalitos que sean físicamente, SIEMPRE tendrán mejor pinta que el 85% de los chicos autóctonos. El efecto halo de nuestro país (pasión, romanticismo, y olé) hace que las irlandesas crean que son buenos amantes, mucho más inteligentes y sofisticados que los que saben expresarse en gaélico. Mi amigo Javi, azafato, alto, atractivo, gracioso, apañado, con inquietudes... estuvo tres meses sin comerse una rosca en Dublín, y había que acompañarle a volar su cometa. Y eso que se aseguraba de mencionar en cada conversación casual con las nativas que él era Spanish.

Cada país tiene unos los típicos tópicos, pero cuanta más gente conoces y más viajas, te das cuenta de que el trasfondo es lo de menos, y las personas, en su diversidad, son los demás.

3 comentarios:

S. dijo...

He disfrutado mucho con tu entrada pitu.
Si supieran que los chicos españoles de buenos amantes pufffff habrá de todo como en todos sitios.
Cuanto más viajas,menos racista y más abierto eres.
Tengo tantas ganas de viajar y tan pocos euros para hacerlo que me entra una pena tremenda.
Un beso
(tu verificador me pide que escriba sessi y no sexy,que andalú se ha vuelto)

Darko Wiggin dijo...

La gente de Irlanda es gente simpática que vive en sitios muy verdes y tocan la gaita, no me extraña que piensen así de España...

:PP

Anónimo dijo...

Los gallegos somos muy irish, por lo que no nos afecta lo de España y olé.