He pasado todo el vuelo mirando al infinito pensando... no en mi novio, estaba pensando en un tío misterioso que conocí hace un millón y medio de horas. Un tío del que apenas me acuerdo y sólo tengo una imagen borrosa en mi cabeza. Fueron unas horas, no llegó ni a un día, pero fue como si en ese momento el universo sólo existiera para que estuviésemos juntos. Por eso he venido, y dejaré que el destino me lleve adonde quiera llevarme. Porque cuando esto se haya acabado, ya no tendré que volver a pensar en él. Reza para que sea un fascista calvo que pega los mocos debajo del asiento del coche.Serendipity, 2001
No hay comentarios:
Publicar un comentario