Fantástico entre los pinos

Entonces me doy cuenta que la red es grande, y es fantástica, porque de repente puedo ver en una foto a la persona con la que llevo comunicándome un año por motivos de trabajo, ella en París y yo en Madrid, y cuyo único nexo hasta ahora era el fax y el teléfono. Es prodigioso, poder ponerle cara a la aludida, alguien con quien hablas todos los días y que sin embargo era un nombre y una voz abstractos.

Sí, internet es grande; puedo pedir los "Versos dictados" de Sergio Algora, para que me lleguen a casa. Puedo seguir los pasos para realizar la receta de alcaparras al horno o para fabricar una bomba que estalle en el momento sincronizado en el que pasa el que te escupió porque eras distinto, y de ese modo su cerebro rocíe la acera como si de granizado se tratase, y sus pies sólo sean muñones sanguinolentos. Alguien que te desprecia sólo porque eres vegano, quinqui, yogui o seropositivo no merece mejor final.

Pero volvamos a nuestra red. A través de internet conocí al que se convirtiera en mi mejor amigo, aunque ahora estemos algo más distanciado - la vida no confluye por igual para todos, por suerte o por desgracia, y es a través de internet que publico mis escritos y este blog.
También gracias a la red estoy haciendo un curso en el ICEA, al que no debo asistir presencialmente, cuyos exámenes son también on line, y que me ahorra una miríada de tiempo que debería emplear en desplazarme hasta el aula y volver.

Por este maravilloso invento, puedo leerte y releerte cada día, decirte y hablarte, en definitiva; escucharte con menos prisas y con más atención cuando tú hablas.

También debido a internet, descubro que el Tribunal Revolucionario de Mahabad ha condenado a Zeynab Bayzeydi, activista kurda de los derechos de las mujeres, a cuatro años de prisión y al exilio interno en la ciudad de habla kurda de Zanyán, situada a 250 kilómetros de su casa.
Yo misma publiqué más abajo su penosa situación.

La familia de Zeynab ha sabido este lunes de esta condena, al ir al tribunal para ver cómo había ido su juicio. Amnistía Internacional considera a Zeynab Bayzeydi presa de conciencia, encarcelada únicamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión y asociación.


Obviamente los llamamientos para que sea puesta en libertad ya carecen de sentido. En todo caso lo que ahora se puede hacer por ella es enviar llamamientos, de manera que lleguen lo antes posible, en inglés, en persa, en kurdo o en castellano pidiendo a las autoridades que anulen la condena de cuatro años de prisión impuesta a Zeynab Bayzeydi y que la dejen en libertad de inmediato y sin condiciones, pues es presa de conciencia.

Una vez más, si te interesa, deja mensaje y te facilitaré las direcciones donde puedes enviar tus exigencias.

El mundo no acaba porque una cosa no salga del todo bien,
y siempre hay más oportunidades para enderezar las cosas,
y si no las hay, entonces debemos ser capaces de procurárnoslas.