Valientes y valiosos

15.6.08

¿Por qué no cede?

Hay algo atractivo en la figura que aguanta a solas, y estoy seguro de que yo me proyecto en eso en cierta medida. En quien resiste y no cede. Uno se pregunta: "¿Por qué no cede?, ¿Qué está pasando?, ¿Por qué?, ¿por qué?".

- Antes envidiaba a la gente que era seropositiva. Porque sentía que vivían de una forma más intensa que yo todavía no había podido alcanzar. Aquí es donde entra la santidad. Lo misma definición de santo es alguien que vive como si fuera a morir esa misma noche. Un santo está tan en contacto con la realidad, que es por supuesto nuestra mortalidad, que es capaz de vivir con un nivel distinto de intensidad...Me encontraba a mí mismo enamorándome de gente seropositiva (...) Todo eso tiene algo especialmente atractivo, igual que nos atraen los mártires y nos fascinan los terroristas suicidas... Ninguna de esa gente quería estar en la situación en la que se encontraba, pero la estupidez y lo efímero les causaba cierta impaciencia.

Sin entrar en detalles, acabo de tener una relación muy, muy breve y tempestuosa con alguien que me topé en San Francisco. Simplemente me topé con él un sábado por la noche... Nuestra última comunicación fue un e-mail realmente imperioso y agresivo, y luego lo vi y hablé con él y no nos levantamos la voz ni nada. Estuvimos hablando y mis amigos señalaron que se habían dado cuenta de dos cosas. Una es que era obvio que estábamos enfadados, pero también que nuestra relación tenía una intensidad increíble.
Entre nosotros dos había algo que soltaba chispas cuando estábamos juntos.
Y supongo que eso me gusta. Impide que me aburra.

- Estar casado no significa que uno esté menos solo. Creo que si no se anda con cuidado, una relación puede ser la forma más intensa de estar solo... La amistad es lo que realmente resuelve y mitiga la soledad sin llegar a comprometer al yo de la forma que lo compromete el amor romántico (...). Esa es una pregunta importante, "¿Por qué estás solo?". O sea, todos estamos solos. La soledad es la vida. Lo que importa es la calidad de nuestra soledad. El hecho de que sea o no una soledad de calidad. Supongo que me resulta difícil... me cuesta mucho dejar entrar a alguien.

-Alguien me dijo una vez: "Para la gente hetero eres gay. Para los ingleses eres católico. Católico irlandés. Para los americanos vienes a ser inglés. Para la institución académica eres periodista, para los periodistas eres una especie de académico. No paras de desmarcarte de todos los equipos.".
Podría ser una reacción defensiva. O sea, los republicanos no quieren saber nada de mí, los demócratas tampoco. La gente de derechas me contempla con mucho recelo. La gente de izquierdas... me gusta pensar que intento pensar y escribir por mí mismo, y a veces eso quiere decir que cabreas a la gente de forma habitual.
La soledad es el ambiente natural para los escritores. Y repito que no es como mis modelos... como Orwell, que fue un héroe para muchos grupos, pero mira, era un tipo muy encerrado en sí mismo. Desconfío mucho de tomarle afecto a la gente.
- Es terrible, en cuanto siento que todo el mundo se muestra de acuerdo conmigo, quiero cambiar de opinión. Soy así... y es probablemente la razón que no se me diera muy bien la parte de ser jefe de redacción relacionada con la gestión; porque me sentía más cómodo enfrentándome a toda mi plantilla que intentando unirlos amablemente. O incluso con mis lectores (New Republic) siempre pongo, he intentado siempre poner nerviosa a la gente.
Es obvio que he pensado en esto. No quiero problematizarlo de ninguna manera. Creo que cada uno es como es, pero... precisamente lo que me hace sentirme seguro, es, creo, esa falta de seguridad.

Chuck Palahniuk,
de Error humano.

1 comentario:

Zimadoze01 dijo...

El "tio Chuck" y sus perlas... Me gustaría conocerlo para regalarle un ejemplar de mi colección...Me lo imagino desarrollando una de sus historias inspirado en la visión de mi regalo (que por supuesto tendría colocado en su rincón preferido). Un besote.