Se ha celebrado la primera marcha en la República Checa, con la participación de cientos de personas. Estuvo a punto de ser desconvocada porque al inicio alguien lanzó a los congregados un objeto explosivo. Terminó convirtiéndose en una batalla campal porque un grupo de neonazis atacaron a los partícipes del evento, utilizando incluso gas lacrimógeno. Fue en la segunda ciudad checa, Brno, donde cerca de 20 personas afectadas por los gases debieron ser atendidas por los servicios de socorro. Unas quince personas contrarias a la manifestación de los homosexuales fueron detenidas por la policía al haber atentado contra el orden público.
Los ediles del ayuntamiento de Brno habían prohibido una marcha paralela en contra del colectivo gay.
En la República Checa los homosexuales pueden unirse por lo civil desde el año pasado, aunque la posibilidad de la adopción no les está permitida.
En Bulgaria, se celebró el primer desfile del día del orgullo gay desde la caída del comunismo en 1989, una marcha repleta de incidentes; ataques con botellas, insultos y las amenazas de ultranacionalistas y transeúntes.
La marcha fue condenada por el patriarca de la Iglesia ortodoxa búlgara, la administración religiosa de los musulmanes de Bulgaria, e incluso el primer ministro búlgaro, Sergey Stanishev, declaró que no soporta "tales demostraciones de orientaciones semejantes".
En Sofía, la capital, una concentración convocada bajo la consigna "Mi familia y yo" se reunió para protestar contra la marcha gay.
"Esperamos a los estúpidos para tumbarles al suelo y dar saltos sobre sus cabezas", declaró un adolescente búlgaro que formaba parte de uno de los "grupos de moral" opuestos a la concentración gay.
"Ya no estamos en el comunismo, este régimen se acabó el 10 de noviembre de 1989", replicó una chica que vestía una camiseta en la que se leía: "Los comunistas se besan en la boca durante encuentros oficiales", aludiendo a una visita del líder soviético Leonidas Brezhnev a Sofía en la que fue recibido por el entonces dirigente comunista búlgaro, Todor Zhivkov.
La policía búlgara desplegó unos 150 agentes antidisturbios y más de 20 coches patrullas y motocicletas, pero no pudo evitar enfrentamientos de la marcha y hubo de arrestar jóvenes sospechosos. Se detuvieron en un primer momento hasta 22 radicales, entre ellos el líder del partido ultranacionalista Unión Búlgara Nacional, Boyan Rasate, que tiró petardos contra las fuerzas de seguridad y que lanzó la campaña nacional "Sea intolerante, sea normal", dirigida contra la homosexualidad. Durante la marcha gay, el incidente más serio fue el lanzamiento de un cóctel Molotov a unos metros de las primeras filas de la manifestación; no hubo heridos. Al final de la marcha, cuya ruta tuvo que ser modificada 3 veces por el alcalde - debido a las protestas de los distintos partidos políticos -, las personas arrestadas eran 70.
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