Patios, jardines, calles, parques, ciudades, pueblos, bosques, playas, aviones,
poco a poco vamos reconociendo el mundo sin que termine de parecernos diminuto,
quedando por delante tierra por explorar, calles por recorrer,
y tiempo que ampliar.
Antes que tú, ya había visitado Mar Antiguo,
y ya había buscado las ramificaciones de unos cuantos libros, por placer;
y haber trepado a una rama de un árbol preciso,
para que me invadiera la luz de las cruzadas vistas por los árabes,
nos sirvió.
En su momento ni te conocía, pero la senda que escogí la habías transitado tú también,
y por eso nos reconocimos en las huellas, y supimos.
Antes que tú ya estaba Mar Antiguo,
pero tú le diste el significado preciso.
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