Mejor que una declaración

Tras las Navidades, sigo esquiando deprisa escarpada abajo y haciendo slalom entre reuniones familiares, amicales, el trabajo y los preparativos para irme a Irlanda (otra vez, sí, soy una Spirish girl, echo de menos aquello). Intento, sin conseguirlo, parar un poco, desconectar algo, enterarme que estamos en el 2008 y disfrutarlo, pero en estos 9 días que he estrenado sólo he librado el día de Reyes, con compromisos de por medio como cabe comprender, con lo que tampoco he descansado. Si sé que estamos en un año distinto es porque en el trabajo dejo cosas pendientes con fecha completa incluída, y ya he conseguido acostumbrarme a poner 08 en vez de 07 en el campo del año.

Y con estos ajetreos y prisas (buscando el pasaporte, ultimando detalles de mi estancia por Limerick y Dublín, yendo viniendo -zas zas- me encuentro algo que me hace caerme contra la rabadilla y dejarme aturdida porque ni me lo esperaba, y me ha encantado.
Y es que ver que alguien te dedica unas líneas en su blog, sin avisar ni nada, porque sí, porque venga que me apetece, causa sorpresa de las agradables, impresión impresionante y sube el ego hasta el metro cincuenta por lo menos...

Para los que siguen leyendo esta aburrida introducción y tengan curiosidad, dejo el texto que me han dedicado (sin opción a duda, porque Darthpitufina, queridos, ¡sólo hay una!).
¡Mucho mejor que una declaración - de Hacienda, de amor o de lo que sea!):

"Mil millones de agujitas en tus ojos. las palabras inconexas no dan para más. Si nos miramos descubrimos que tan malo es estar solo como creerlo. Y tus ojos desteñidos tras la batalla...
En busca del perdón de los pecados. Tómame en tu boca. "No soy digno de ti pero una palabra tuya bastará para salvarme". Toma la comunión y olvida conmigo. La comunión química. Carne de la carne, sangre de la sangre. Dos mil años de culpa y expiación. La risa desmedida del Diablo. Pensamientos aligerados de toda conciencia adoctrinada. Olvida sentirte culpable porque la libertad no existe. Somos demasiado cobardes para tomarla más allá de sucedáneos que nos ofrecen sin mano. El "placer bastardo" siempre da buen resultado.
Definitivamente no caminamos por el Valle de las Sombras de la Muerte, sin que nos deslizamos cómodamente entre la miseria ajena mientras nos dicen que el buen pastor es hijo de Abel.
Conforme avanzan desbocadas las horas, la línea entre el Bien y el Mal queda suspendida en favor de la crítica tendenciosa, en un movimiento pendular de reflujo temporal. Horas como olas u olas como horas. pequeñas hogueras llameantes que sirven para "dilatar las pupilas hasta la midriasis". pequeñas llamas que se introducen en el cuerpo como una sombra demoníaca. las luces se reflejan en la caverna. Me vuelvo del revés y salgo por mis costuras. El vértigo y la velocidad son los mejores compañeros de este silencio que nunca traiciona. Nunca tan lejos y tan cerca del vómito, de la prueba deinitiva de mi humanidad. mariposas de largas alas de gasa se elevan desde mi estómago hacia la cabeza. las alas, como pantallas, me permiten ver esa realidad tamizada, de colores suaves en una agresiva presentación..Un dato tras otro hasta que el volumen hace incomprensible el mensaje. Abierto a toda interpretación se hace difícil juzgar a nadie: "Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.."
El grito, la náusea, un lloro desconsolado ante el que no nos han enseñado a reaccionar. El final de la culpa la muerte. Apuesta el resto contra ella. carga el tambor del revólver con la sobredosis. Sólo el Dolor empuja a la accion. Nada queda por debajo de él, principio radical.
las cuchillas se afilan en mi piel mientras tú ries como un niño. es curiosa tu risa. Nunca me acostumbro, siempre me sorprende y me engaña, con la promesa de que aún hay alguien que se resiste a morir resignado entre un montón de pequeños artículos de teletienda.
Sinceramente agradezco la mentira y la elevo en mi status de representaciones particulares de la Realidad. No, todavía no he conseguido esa realidad inventada. De serlo así no estaría aquí, escribiendo, sino dentro de ella, en mi propio Cielo. Mis fuerzas acabaron cuando conseguí crar este Infierno.
Ahora busco almas perdidas entre los cuerpos que me rodean. Velas encendidas. Las llamas prenden las cortinas de mi habitación. Dime. Dime que la habitación no estará vacía nunca más. Miente, miente, miente. Miente de una forma diferente, recordando una y otra vez, hasta desaparecer, transmutada en un azul eléctrico vertiginoso....

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