Vaiven

Yo voy,
tú vienes,
ella va,
él viene,
nosotros vamos y venimos,
vosotros os quedáis,
y ellos te esperan.

Programar viajes entre dos es más difícil de lo que parece.
Planear un viaje es realizar encaje de bolillos... sin bolillos.
Sobre todo; cuando uno quiere dar una sorpresa.
Cuando dos han tenido la misma idea y han pensado
en cambiar su origen por un destino (capicúa)
para causar una mesurada conmoción (agradable).
Cuando el importe del medio de transporte,
nos hace desistir de la intención inicial...
Y cuando, un aniversario y los exámenes, no son compatibles.
Maldita burocrática rutina.
La vida real adulta merece que le corten la cabeza.