Aunque tú no me leas

Parpadean mis sueños, mi futuro difuso se escapa...

...me esperará más adelante.

Hoy las penas rezuman mi corazón oprimido,
y el centrifugado de mi cabeza sólo gorgotea más pesadumbres.
Los ramilletes de elipsis
vacilantes que me traes
se me están marchitando.

Quisiera, a veces, saber que sí que existo,
que soy lo que anhelas,
que tus abrazos me encuentran
a través de los espejos,
para nombrarme a mí entre todas.
Pero hoy sólo hallo presagios huecos,
no hay abrazos sobre mi almohada,
ni sonrisas que me acunen,
tan sólo
vasos transparentes,
tan solos,
para liquidar mis aflicciones,
de aderezo los limones de la vida,
y la sal de las lágrimas.

y tú, que no me entiendes nunca,
cuando espero interrogante,
has quebrado tus respuestas
para zigzaguear por tus silencios,
como un esquiador hace slalom
entre puntos suspensivos dispersos.
Y tus réplicas de incertidumbre
certifican más niebla y noche
cuando el sol sería la única salvaguarda.

Quiero certidumbres
y no las recolectas.

Hoy desentierro todo esto,
aunque tú no me leas,
porque los silencios duelen,
y las ausencias callan.